jueves, 29 de enero de 2009

PUNA

MAL DE ALTURA (PUNA)

El mal de puna se produce por enrarecimiento de oxígeno del aire que provoca desequilibrios muy variados en el organismo de la persona, según su naturaleza y estado físico general. Los síntomas principales del mal de altura son: zumbido de oídos, desarreglo de vientre, pesadez, desgano y a veces vértigos y desvanecimientos más o menos frecuentes y prolongados.
No todos estos síntomas se presentan al mismo tiempo en un mismo individuo, por el contrario: algunos lo sienten de una forma y otros en forma muy distinta o no lo sienten.
Los casos mas graves pueden producir la muerte. Cuando se va a explorar zonas de grandes alturas (superiores a los 3.000 metros) conviene antes que nada, conocer el estado general del organismo, mediante revisación médica. El ascenso debe hacerse en forma lenta. Si se sintieran algunas molestias descansar un rato para habituar el organismo a la nueva situación. Comer liviano y en lo posible evitar la carne. No fumar. Si se sintiera síntoma de agotamiento, hacer un reposo prolongado para reestablecerse y luego volver a seguir el ascenso despacio hasta lograr adaptarse mejor.
En general la adaptación se hace más lenta a medida que la altura es mayor, pero hay quienes no logran adaptarse en ninguna forma. Se aconseja el uso de dos hierbas medicinales, la chachacoma y el marancel para usarlas en los casos del Mal de Altura (puna).

VITIVINICOLA DE ANDALGALÁ

En el Valle de Andalgalá, Provincia de Catamarca, República Argentina, las vides son cultivadas a 1100 metros sobre el nivel del mar; regadas con agua de deshielo de la Alta Cordillera de los Andes y cosechadas a la hora del amanecer para así conservar sus propiedades naturales.
Durante mas de un siglo fue la vitivinicultura andalgalense, donde inmigrantes franceses, italianos, ingleses y alemanes desarrollaron dicha actividad trayendo cepas genuinas del viejo continente.

TRAYECTORIA VITIVINICOLA DE ANDALGALÁ

Los vinos andalgalénces durante los fines del siglo XIX y principios del siglo XX han participado en importantes eventos internacionales, siendo el primero EXPOSISIÓN UNIVERSAL DE PARÍS DE 1878.
El año 1882 en la EXPOSICIÓN CONTINENTAL DE BUENOS AIRES, Catamarca expuso variados tipos de vinos. En dicha ocasión por Andalgalá Don Francisco Durand, Don Augusto Liedelich y Don Samuel L. Quevedo obtuvieron premio por la calidad de los vinos presentados.
En el año 1889, en la EXPOSICION UNIVERSAL DE PARÍS representaron a Andalgalá los vinos de Don Joel Blamey, de Don Sergio Figueroa y de Don E. Moreno. También en dicha ocasión fueron presentados los aguardientes de uva de Don Gregorio Cisneros y Don Cristino Figueroa.
Los premios obtenidos fueron Medalla de Plata para el aguardiente de Gregorio Cisneros, Medalla de plata para el alcohol de Moscatel de Cristino Figueroa y Medalla de Bronce para el aguardiente de uva de E. Moreno.
En el año 1911, en la EXPOSICIÓN INTERNACIONAL DE ROMA, el andalgalense Don Domingo Clérici obtuvo la Medalla de Oro Exposición Cincuentenario Roma Turín por su vino garnacha y aguardiente de uva. Ya el año anterior el mismo había obtenido el Premio Medalla de Plata Exposición del Centenario.
El año 1915 en la Exposición Internacional de San Francisco, California, los vinos de Don Domingo Clérici obtuvieron Medalla de Bronce.

Datos proporcionados por el doctor Luis Figueroa